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Laura Laura |
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Director (es) : Otto Preminger | ||||||||||||
Año : 1944 | ||||||||||||
País (es) : USA | ||||||||||||
Género : Cine negro | ||||||||||||
Compañía productora : Twentieth Century-Fox | ||||||||||||
Productor (es) : Otto Preminger | ||||||||||||
Guionista (s) : Jay Dratler, Samuel Hoffenstein, Betty Reinhardt | ||||||||||||
Guión basado en : la novela de Vera Caspary | ||||||||||||
Fotografía : Joseph La Shelle | ||||||||||||
Director (es) artistico (s) : Lyle R. Wheeler, Leland Fuller | ||||||||||||
Decorados : Thomas Little, Paul S. Fox | ||||||||||||
Vestuario : Bonnie Cashin | ||||||||||||
Maquillaje : Guy Pearce | ||||||||||||
Música : David Raksin | ||||||||||||
Montaje : Louis Loeffler | ||||||||||||
Sonido : Harry M. Leonard, E. Clayton Ward | ||||||||||||
Efectos especiales : Fred Sersen | ||||||||||||
Duración : 88 mn | ||||||||||||
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Gene Tierney
Dana Andrews Clifton Webb Vincent Price Judith Anderson Dorothy Adams James Flavin Clyde Filmore Ralph Dunn Grant Mitchell Kathleen Howard Lane Chandler Aileen Pringle |
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Mark McPherson investiga el caso de la desaparición de Laura Hunt, una publicista de la empresa Bullet & Cia. En primer término, el inspector interroga a Waldo Lydecker, un prestigioso, elegante y elitista crítico literario, quien rememora su relación con Laura. Waldo Lydecker relata los romances de Laura, a quienes desprecia y desacredita en sus columnas en el periódico, como sucede con Shelby Carpenter, el principal candidato a contraer matrimonio con la bella publicista, y también sospechoso de su supuesta muerte. | ||||||||||||
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EL FANTASMA Y EL SR. McPHERSON Por Christian Aguilera
![]() Para un artista del temperamento y la ambición de Otto Preminger un lustro debió parecerle una “eternidad” en aras a que ninguno de sus trabajos cinematográficos había obtenido el empaque suficiente para ser considerada una obra a recordar para posteriores generaciones. Próximo a alcanzar la cuarentena, Preminger no cesaría en su empeño por convertirse en un realizador de cine de fuste, pero paradójicamente el que acabaría revelándose su primer éxito comercial y crítico vino derivado de su condición de director escénico de una pieza teatral escrita por Vera Caspary (1899-1987). Activa en calidad de guionista con el arranque del cine sonoro, Caspary debía gran parte de su prestigio profesional a su serie de novelas de corte detectivesco entre las que Laura no figuraría en primera instancia, ya que había considerado un material susceptible de ser adaptado al espacio teatral después de haber leído una noticia en las páginas de sucesos de un periódico referido a una mujer a la que una explosión de gas desfiguró su rostro. Todo ello dio pie a cábalas posibles para crear una narración tocada por la originalidad, aunque su tránsito resultó complejo hasta que Caspary llegara al convencimiento merced a voces externas de la idoneidad para transformarla en una novela. Preminger, quien se había encargado de su frustrante montaje escénico, participaba de esta opinión y decidió convencer a la Fox para que se hici
![]() ![]() ![]() Por todo lo dicho, Laura podría resultar un ejemplo paradigmático de hasta qué punto una relación de decisiones adoptadas (algunas de ellas, sobre la marcha) caminaron hacia la idoneidad, dejando como resultado al final de la ecuación una obra imperecedora, ahogada del clasicismo y que dejaría para los anales una interpretación hechizante a cargo de Gene Tierney, cuyas facciones cuadraban con la descripción que había plasmado sobre el papel Caspary en una obra de compleja estructura narrativa (cinco partes que corresponden a otras tantas voces de personajes insertos en la trama) y un final-sorpresa que Otto Preminger respetaría para un film que definió un nuevo marco de confianza entre éstr último y Zanuck en el seno de la Fox, aunque las heridas no cicatrizaron del todo. De ello daría fe Dana Andrews y Gene Tierney, quienes volverían a colaborar con el director austríaco en los años venideros.•
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Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato: Full Frame 1.33:1 , 4:3. Idiomas: Castellano e Inglés. Subtítulos: Castellano e Inglés para sordos. Duración: 83 mn. Distribuidora: Twentieth Century-Fox. |
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Editorial: Planeta.
Colección: Booket.
Autora: Vera Caspary.
Fecha de publicación: 2005.
272 pp. Rústica. 11,0 x 18,0 cm. |
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LAURA (1944)
COMENTARIO (Por Roberto Cueto): Si consideramos que la melodía que David Riksin compuso para el filme de Otto Preminger Laura es uno de los temas más escuchados, grabados y versionados de toda la historia de la música de cine y si tenemos la sensación de que hoy el filme sería impensable sin esa música, cuesta creer la azarosa historia que rodeó su composición y que, por cuestión de unas pocas horas, esa música estuvo a punto de no ver nunca la luz. Todo empezó con una serie de negativas: Daryl F. Zanuck, productor del filme, ofreció la película a Alfred Newman,pero éste declinó dicha oferta por considerarla poca cosa y preferir dedica
![]() La primera vez que Raksin vio el filme se dio cuenta de que antes que una historia policíaca o de intrigase encontraba ante una historia de amor: la que el detective McPherson (Dana Andrews) siente por la fascinante Laura (Gene Tierney). Sin embargo, al acabar la proyección, Zanuck decidió cortar una escena que él consideraba sin trascendencia, pero que Raksin creía de vital importancia: la secuencia en la que McPherson registra el apartamento de Laura y empieza a mostrarse obsesionado por ella. Raksin alegó que si cortaba esa escena el público no sabría que el detective estaba enamorado de Laura, una mujer a la que sólo había visto en un cuadro y conocía por referencias de otros. Indignado, Zanuck hizo encender las luces de la sala y preguntó: «¿Quién es ése que ha hablado?». Alguien le contestó: «Es el músico». Sin acobardarse, Raksin defendió sus argumentos, pero Zanuck le dijo que el público no notaría en esa escena los sentimientos del detective, sólo lo vería registrar un apartamento. «Será la música quien se lo dirá», aseguró Raksin. Zanuck decidió darle un margen de confianza y le dijo que pusiera música a la escena para ver cómo funcionaba «Pero», le advirtió, «si la escena no funciona, será culpa tuya».
Raksin había ganado una batalla, pero no la guerra. Enseguida se enteró de que, por su parte, el director Otto Preminger quería usar como melodía principal del filme el Summertime de la ópera de George Gershwin Porgy and Bess; como no consiguió los derechos, se decantó por una célebre melodía de Duke Ellington, Sophisticated Ladies. Ralrsin le advirtió que seria un error emplearla, ya que provocaría una serie de asociaciones con el personaje de Laura, «¿Y por qué no?», preguntó Preminger, «¡Laura es una putal». «¿Según las ideas de quién, señor Preminger?», replicó Raksin. Indignado, Preminger se volvió a Alfred Newman, quien iba a dirigir la música, y le espetó: «Al, ¿de dónde has sacado a este tipo?». Pero finalmente, Preminger optó por una solución salomónica: «Muchacho», le dijo a Raksin, «estamos a viernes: si el lunes me traes una buena melodía la usaremos; si no, Sophisticated Ladies» (1).
La segunda victoria de Raksin, sin embargo, pronto se vio ensombrecida de nuevo: durante un fin de semana entero se sentó delante del piano intentando sacar
![]() El hecho de que la melodía de Laura se haya hecho tan popular se debe, sin duda, a que es fácilmente memorizable y cantable (lo que en inglés se denomina rutie, una melodía «pegadiza»). Aunque de educación clásica, Raksin se formó en los ambientes del musical y él siempre ha expresado su admiración por las tunes de Harry Warren, Jerome Kern o Richard Rodgers. El tema de Laura tiene algo de ese estilo y, por ello, se adecúa al ambiente de alta sociedad en que transcurre la película. Pero, además, el tema es tan fácilmente moldeable a todo tipo de variaciones, que Raksin es capaz de trascenderlo a los terrenos de un romanticismo, un sentimentalismo incluso, que es el núcleo escondido del filme.
En la famosa escena que Zanuck quería cortar, descubrimos por vez primera la obsesión del detective: el registro del apartamento es acompañado por la típica música de suspense que ya era un diché entonces, pero, el tema de Laura se va intercalando hábilmente siempre que los movimientos del detetctive lo hacen pasar (¿inconscientemente?) por delante del retrato o cuando entra en el dormitorio de Laura y toca alguno de sus objetos personales con afán casi fetichista. Finalmente, McPherson se queda mirando el cuadro mientras oímos una variación al piano del tema. Sus movimientos nos hacen ver que hay algo que le preocupa, algo en su cabeza, pero no nos dice qué; la música es la que nos proporciona esa información: es Laura. Por ello, la escena siguiente en la que Waldo Laedecker (Clifton Webb) le dice que ha descubierto que está enamorado de Laura es redundante: tal vez Preminger no confió en la capacidad del espectador para captarlo que ya se le había dicho sin diálogos, sólo con música e imágenes.
Se ha hablado siempre de la obsesión que McPherson siente con Laura, pero pocas veces se ha destacado cuál es la verdadera historia de amor que late en el trasfondo del filme: el amor no correspondido de Waldo Laedecker hacia Laura, que,
![]() La presencia obsesiva de Laura es subrayada por su tema que, precisamente gracias a ser fácilmente memorizable, acaba por ser también obsesionante para el espectador, ya que está presente en todas partes: no sólo en muchos pasajes incidentales del filme, sino también en un fonógrafo o como música de baile en una fiesta, Laura de Waldo parece estar siempre presente, aunque el espectador no resuelva el enigma hasta el final: de ese modo la mera historia de detectives y el ambiente frívolo y superficial del filme es trascendido a los terrenos de una pasión amorosa obsesiva y destructiva (la de Waldo por Laura) que será el centro del filme.•
(1) Todo este episodio, con más pormenores, ha sido relatado innumerables veces por el propio Raksin. Para más detalles véanse las notas a su disco The Classic Film Scores of David Raksin (RCA-BMG 1490-2-RG) o la entrevista incluida en el documental The Hollywood Sound. |
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